El transporte privado se refiere al desplazamiento de personas o bienes a través de de automóviles que son propiedad de particulares o empresas privadas. A distinción del transporte público, que puede ser suministrado por entidades gubernamentales o compañías concesionarias, el transporte personal implica el utilización de vehículos de posesión privada para cumplir las necesidades de movilidad de sus propietarios o de terceros a quienes se les brinda el servicio. El transporte no público podría contener diversas modalidades, un poco como usando automóviles particulares, taxis privados, proveedores de transporte gobierno, vehículos de alquiler con chofer, entre otros. Estas modalidades permiten a los clientes mostrar orgullo de un desplazamiento personalizado, con mayor flexibilidad de horarios y rutas, adaptándose a sus necesidades específicas. Es necesario destacar que el transporte privado debería satisfacer con las regulaciones y normativas establecidas por las autoridades correspondientes, un poco como licencias de conducir, seguros de automóviles y el cumplimiento de las leyes de tránsito. Además, en algunos ubicaciones internacionales, existen plataformas digitales y funciones móviles que facilitan la contratación y gestión de servicios de transporte no público, brindando mayor comodidad y acceso a los clientes. En resumen, el transporte privado se refiere al utilización de automóviles de posesión privada o de empresas privadas para el desplazamiento de personas o bienes. Esta modalidad de transporte presenta flexibilidad y personalización en los trayectos, adaptándose a las requisitos individuales de los usuarios.